Sivar por contrastes

Visitar el centro de San Salvador, es como hacer un viaje hacia la esencia mejor concentrada de su gente y de sus costumbres. En unas pocas cuadras se amontona todo un auténtico mercado persa con una oferta infinita de productos, subproductos, servicios, y cuanta cosa, bicho o alimaña tenga un valor para la venta.
Si por portación de cara se te sale lo extranjero, serás abordado por dios y por el diablo, y por todo lo que se te ocurra pueda existir entre ambos para venderte algo, lo que sea. El mundo más colorido que te puedas imaginar convive allí con el más oscuro. Familias enteras viven o sobreviven día tras día dentro de un submundo que tiene mucho para enseñar. Aunque pueda sonar incorrecto decirlo, un auténtico deleite para el lente de mi cámara.