Un hilo de esperanza

La mejor ayuda que puede recibir una persona para superar un problema está en reconocer su propio potencial para a partir de ayudas materiales y enseñanzas crecer con herramientas y conocimientos propios. Durante más de 20 días tuve la suerte de conocer a este tipo de personas. A las que brindaron la ayuda, pero sobretodo a las que supieron capitalizarlas. El PESA llegó al corredor seco centroamericano a plantarle batalla dura y pareja al hambre y la desnutrición. Este programa de la FAO debía afrontar un escenario triste con perspectivas para nada alentadoras. El problema era esencial y sustancial. Y lo sigue siendo. Cuando un plato vacío deja ser un símbolo para ser una realidad, y cuando un hijo desnutrido y enfermo son el punto en común de repetidas historias puede parecer que solo allí hay lugar para la desesperanza. Pero el programa fue un éxito, y el mayor logro del mismo no hay mejor forma de resumirlo que en la propia declaración de uno de ellos: – “Yo les rogaría que no regalaran nada material, sino que nos regalaran conocimiento, que nos regalaran a nosotros la oportunidad de poder ser personas diferentes en todo el aspecto de la palabra” “Queremos ser ejemplos de nuestros hijos para que nuestros hijos tengan una mentalidad diferente a la que nosotros crecimos” Todos ellos han logrado superarse convirtiéndose en ejemplos de vida para muchos otros que viven situaciones similares allí mismo y en otras regiones. El reflejo de todo esto se puede ver en estas 20 imágenes. Energía, gratitud, ilusión y esperanza aderezado de múltiples sonrisas fue la fotografía final de este plato.