El hambre y la desnutrición es un problema endémico en varias regiones de Latinoamérica, en particular en aquellas que sufren además de los avatares socio-económicos, el rigor que plantea el cambio climático.

Hasta el cinturón seco centroamericano nos llegamos para documentar un programa de ayuda llevado adelante por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), que buscó ofrecer soluciones de desarrollo a numerosas familias en una de las zonas más desfavorables del continente.