Durante todo el último año tuve la suerte de trabajar en una campaña de @unicef que proponia un cambio cultural profundo en la educación de niños y niñas, invitando a dejar de lado costumbres anacrónicas donde la violencia, física y psicológica es naturalizada como métodos aceptados en el ámbito del hogar y ciertas instituciones.
Como símbolo, la siguiente performance trabajada por unos mimos que logré documentar deja una enseñanza contundente.
Cambiemos golpes por abrazos.
Si desean conocer más de un proyecto de comunicación integral, que buscó compartir buenas prácticas de crianzas en Honduras, aquí les comparto el enlace para revisar el caso en detalle.