El machismo sin duda es un problema de educación que ha normalizado la desigualdad de género, con prácticas y creencias arcaicas que por suerte hoy día están claramente visibilizadas y comienzan lentamente a desvanecerse.
En el marco del día de la mujer, me sumo a los numerosos postulados que serán bandera de movilizaciones que de a poco han ido torciendo estas doctrinas oxidadas.
Marchando se consiguen los cambios.
Nada de silencio en este 8M.
Que la marcha en Buenos Aires comience frente a su catedral no es algo circunstancial.